Turicum, el nombre latino de Zúrich, fue en la Antigüedad un puesto aduanero y un fuerte romano en la orilla izquierda del Limmat. Posteriormente, la ciudad expandió al otro lado del río. Durante la Edad Media se convirtió cada vez más en un centro económico, cultural y religioso. A lo largo del siglo XIII la ciudad consiguió acaparar siempre más poderes de autogobierno a pesar de pertenecer al Sacro Imperio Romano Germano. En el año 1351 ingresó en la Confederación Suiza donde pronto logró establecerse como socio líder junto con Berna y Lucerna. Zúrich siempre estuvo en la vanguardia de nuevos desarrollos: lideró las fuerzas protestantes en la Reforma en el siglo XVI, sus políticos liberales protagonizaron un papel clave en el establecimiento del Estado federal moderno en 1848, y sus empresarios fueron la piedra angular de la revolución industrial en Suiza en el siglo XIX.
El centro geográfico e histórico de la ciudad es el Lindenhof, una pequeña colina natural junto al río Limmat. Con 392 m sobre el nivel del mar, el Limmat es el punto más bajo del término municipal, mientras que el Uetliberg, con 869 m sobre el nivel del mar, es el punto de mayor elevación. Su cumbre puede lograrse con facilidad, y desde la plataforma de la torre-mirador ofrece una espectacular panorámica de la ciudad y el lago, así como una vista de los Alpes.
maqueta de la ciudad con el lindenhof, 1563