viernes, 30 de diciembre de 2011

Calella vs Barcelona (parte 1 de 2)

Por último, me gustaría llevar a cabo una comparación entre Calella y Barcelona.

Dividiré este ejercicio en dos post distintos debido a la longitud del texto. Destacaré algunas zonas características de ambas ciudades que puedan tener un carácter común o una relevancia similar. Con esta intención la primera comparación que realizaré será entre el Parc Dalmau de Calella y el Parc de Collserola.

Ambos puntos empiezan a extenderse allí donde la ciudad se acaba, debido a que ambos son relieves montañosos. Ambas ciudades se han ido apropiando de estos espacios tanto para usarlos en actividades de ocio como para albergar algunos equipamientos fuera del tejido de la ciudad. Son excelentes balcones sobre sus ciudades con el mar como telón de fondo.

Los ciudadanos los usan para pasear, lejos de la densidad de la ciudad, de las aglomeraciones, buscando la naturaleza controlada y el frescor del bosque en verano. El paseante puede aislarse en el bosque o mirar hacia la lejanía de la ciudad.

Un espacio emblemático del Parc Dalmau es el conocido como Pati de l’Ós, un claro en el bosque con pendiente nula que sirve de gran espacio lúdico de la localidad. La propia geografía crea gradas alrededor y se pueden contemplar espectáculos de toda clase.

Una característica común a ambos lugares es que contienen algunas fuentes naturales repartidas por sus áreas que en el caso de Collserola son primordiales tanto para los paseantes como para los animales, que las usan de abrevadero. En el Parque Dalmau la mayoría son ornamentales pero también las hay para el consumo.

Para el barcelonés, aunque Collserola supone la oportunidad de disfrutar un gran parque natural, el mayor uso que le da es el de pasear o hacer deporte a lo largo de la Carretera de les Aigües. Es el espacio más conocido de la cara del parque en contacto con la ciudad y por eso parece más cercana.