martes, 17 de enero de 2012

Cardona _ Datos

Cardona es un municipio de Cataluña. Se sitúa en la comarca del Bages, provincia de Barcelona. Está formado por dos núcleos o entidades de población: Cardona (4.654 habitantes) y La Coromina (533 hab.). Se extiende a lo largo de 66,70 km2 con una densidad de 76,7 hab. /km².

Durante siglos, ha tenido un protagonismo sociopolítico de primera línea, que ha dejado un legado monumental y patrimonial en general, singularmente valioso y atractivo, para las actuales generaciones de cardonenses y visitantes. Tiene una fecha de nacimiento para la historia documentada el 23 de abril del año 986, el día en el que Conde Borrell II otorgó la Carta de Población. Pero Cardona existía ya de mucho antes, como lo demuestran los restos ibéricos que se han encontrado, y siempre vinculada a la riqueza del Valle Salino que, con el tiempo, dio poder e influencia a sus señores: primero vizcondes, más tarde condes y finalmente Duques, con jurisdicción sobre un territorio equivalente al 6% de Cataluña.

El pueblo nace bajo el castillo formando un burgo o arrabal, hacia finales del siglo X. Varios factores convierten a la incipiente villa de Cardona en un centro político y comercial de primer orden: la situación geoestratégica del castillo, más el factor político de ser residencia de una corte del vizcondado y el factor económico derivado de la riqueza que comporta la extracción y comercialización de la sal hacia Europa. La influencia de Cardona sobre la Cataluña central se reafirmó a partir de la década de 1652 con la ocupación de su castillo medieval como caserna militar de los tercios castellanos.

Durante el siglo XV, los duques de Cardona fueron la familia más importante de la Corona de Aragón, sólo por detrás de la Casa Real. Los miembros de esta casa ducal eran conocidos como "los reyes sin corona", pues disponían de extensos dominios territoriales en Cataluña, Aragón y Valencia, y vínculos dinásticos con las casas reales de Castilla, Portugal, Sicilia y Nápoles. La adhesión hecha por Cardona a la causa encabezada por el archiduque Carlos de Austria (Carlos III) adopta su máxima expresión con el asedio sufrido el otoño de 1711 por las tropas franco-españolas, finalizadocon un rotundo fracaso del ejército de las dos coronas frente a las fuerzas del mariscal austríaco Starhemberg. Durante los tres años consecutivos, Cardona debía permanecer fiel a la causa catalana hasta la rendición de Barcelona el 11 de septiembre de 1714. Entre las imposiciones de los vencedores se establecía la entrega del castillo como condición para no pasar la ciudad y sus habitantes por las armas. Una semana más tarde, con fecha del 18 de septiembre, la fortaleza abría sus puertas y la plaza de armas era librada a las fuerzas de Felipe V. Cardona de este modo había permanecido como el último baluarte de las libertades catalanas.

Durante los dos siglos siguientes, los ejes económicos, sociales y políticos de Cardona debían girar entorno las actividades derivadas de la tradicional explotación de la sal, la agricultura de las masías fundamentada en el conreo de la viña y la viticultura, y las manufacturas textiles de los pequeños obradores locales; combinadas con la comandancia militar del castillo y su caserna y la corte ducal desde donde se administraba el ducado de Cardona. Este orden socioeconómico debía desaparecer en el trascurso del siglo XIX, con la abolición de la jurisdicción señorial, como primera parada de un largo proceso que debía concluir.

En 1890 se procedió a la retirada de las tropas del castillo, y la posterior supresión de la comandancia militar, el año 1903. Cardona experimentó una primera industrialización fundamentada en el textil y las grandes fábricas de hilaturas cerca del río. Favorecidos por la mano de obra venida debido a la crisis agraria de la filoxera estos nuevos espacios industriales debían llevar a Cardona a duplicar, a las puertas del siglo XX, su población hasta llegar a la cifra de los 4.000 habitantes.

El descubrimiento de las sales potásicas el año 1912 se debía traducir, en las siete décadas siguientes (1929-1991), en la segunda industrialización, en el marco de unos procesos socioeconómicos basados en la actividad minera, que debían llevar a Cardona a duplicar de nuevo su población hasta superar los 8.000 habitantes en la década de 1960-70, a la vez que a sufrir importantes transformaciones en su paisaje y urbanismo. Será el año 1931, cuando se inicie la extracción, con una plantilla de 300 personas. Esto comporta un movimiento inmigratorio muy importante, sobretodo de población andaluza, que viene a trabajar. Entre los años cuarenta y cincuenta se vive el proceso de máxima expansión de la población y la inmigración llega a su momento álgido. Tanto es así que el año 1964 se llega al máximo histórico de habitantes, con un total de 8.342. Pero en 1990 el pueblo se ve muy afectado por el cierre de la actividad minera. A partir de este año y durante más de una década, la economía ha experimentado unos momentos difíciles: bajada y envejecimiento de la población, falta de expectativas de ocupación, falta de inversión privada,…

Afortunadamente, en los últimos años, la situación socioeconómica del pueblo ha mejorado enormemente y se ha invertido la tendencia. De este modo, han incrementado el número de puestos de trabajo y la actividad económica, en general ha registrado un importante aumento, en todas las ramas de actividad. Por lo tanto, Cardona ha conseguido desarrollar su actividad económica, fundamentada principalmente en el sector terciario, con la actividad comercial y de servicios. En segundo lugar, cabe mencionar la importancia de la industria y la construcción. Por último, el pueblo cuenta con un patrimonio natural, histórico y cultural de primer orden que ofrece grandes posibilidades de desarrollo de los ámbitos de actividades vinculados al turismo y la cultura.

Helena_Cardona, Datos