Barcelona ha descubierto en la última década que la recuperación del tram no ha sido un paso en falso. La relación entre coste, capacidad, ciclo de vida, comodidad y seguridad comparado con el metro o el bus ha hecho que sea una práctica en recuperación en todas las ciudades metropolitanas del mundo.
Girona no ha sido menos y, en un intento por renovar la ciudad, recuperar la historia y resolver las conexiones de la área urbana, desde hace un par de años se ha empezado a oir distintos proyectos de construcción de tranvias.
En 1887 se inauguró el único tranvia que ha conocido la ciudad de Girona y la Costa Brava. Era un tranvia-tren que cubria el trayecto Palamós (al sud del Gironès)-Girona (cruzaba la ciudad de Sur a Norte))-Banyoles (Norte de Girona). Popularmente era conocido como El Tren Petit, siendo el Tren Gros el tren con destino Barcelona o Francia. El tranvia tuvo una vida de 69 años hasta su clausura en 1956. El hecho que circulara por la misma calzada que coches, buses y camiones anticipó su muerte en una época de revolución automobilística.
La primera propuesta que se presentó al Ajuntament de Girona consistia en un proyecto de 4 fases que en un inicio unieran el pueblo de Salt (oeste) con la ciudad y la universidad despues. La IIIa y IVa fase, una vez desaparecido el viaducto del ferrocarril (previsto en derruirlo en 2020) estaba previsto que atravesara la ciudad de norte a sud por el mismo sitio que dicho viaducto. Este estudio hecho por un ingeniero de puentes como proyecto final de carrera no obtuvo el reconocimiento del DPTOP.
La segunda propuesta (ideada por la PTP), de carácter más comarcal, consiste en una línea ferroviaria circular que envuelta Les Gavarres uniendo las comarcas del Gironès, Baix Empordà y La Selva. El B. Empordà es la única comarca con más de 90.000 habitantes sin ferrocarriles. Además el ámbito que abarca el proyecto duplica su población en verano por no decir que las comarcas gironines són uno de los polos más dinámicos de Catalunya y las únicas que no disponen de una red segregada de tranporte público mínimo. De ahí el gran uso del vehículo privado.
Habiendo hecho referencia al sistema ferroviario como barrera, es curioso ver como la superación de las barreras siempra ha significado un punto de inflexión en la ciudad. A través de la historia era el rio Onyar el que implicó un problema a la expansión de la ciudad a la otra orilla. Los puentes fueron la solución y hoy forman parte de la estampa de la ciudad. Despúes fueron las murallas las que dividian la ciudad hasta su enderrocamiento, espacio que permitió la apertura de grandes avenidas estructurales. Ya en el último siglo, el tren fue la cicatriz que dividia de nuevo la ciudad. Fue la elevación de las vias lo que permitió que las dos partes se relacionaran de una forma clara. La demolición de estas podria permitir la apertura de un nuevo sistema de transporte público que estructuraria de nuevo la ciudad como lo hicieran las anteriores barreras.