martes, 1 de noviembre de 2011

Introducción Montevideo

Con una superficie total de 176.215km, Uruguay se sitúa como uno de los países mas chicos de toda sudamérica. Divido en 19 departamentos, el territorio oriental se encuentra ubicado entre dos grandes potencias de la región, Brasil y Argentina. Esta peculiar situación geográfico ha condicionado su desarrollo constantemente.

Al no poseer mayores riquezas que sus propias tierras, el territorio de la banda oriental fue ignorado durante muchos siglos por los españoles colonizadores. Paradojicamente, esta riqueza agropecuaria es hoy en día el mayor motor económico y cultural del país. Debido a este tipo de actividad predominante, el desarrollo urbano en todo el territorio es muy bajo, ya que debido a las necesidades del sector agropecuario nunca fue necesario la ubicación de grandes centros urbanos a sus alrededores. Es debido a estos factores que hasta hoy en día el territorio ocupado en todo el país por zonas urbanas es muy bajo en relación al terreno dedicado a la producción. Montevideo, capital política, administrativa y económica del país, es el único centro urbano en todo el territorio capaz de posicionarse y competir con los grandes centros urbanos de la región. Desde sus orígenes se sitúa como punto de salida de las mercancías producidas en todo el país a través de su puerto. Esta situación particular condiciona toda la estructura vial y administrativa del país entero.

En menos de 300 años, Montevideo evolucionó de ser un simple puesto de avanzada militar, a ser la ciudad capital de un país con fuerte impulso productivo y económico. Este desarrollo fue mínimo si es comparado con otras ciudades de la región, como puede ser Buenos Aires. Únicamente en la ciudad central se concentra aproximadamente el 50% de la población de todo el país, 1.400.000 habitantes según el último censo, pero si se toma en cuenta la región metropolitana, esta cifra aumenta hasta alcanzar prácticamente el 60%. El crecimiento de esta región metropolitana es un serio problema a atender urbanísticamente, ya que la ciudad no cuenta con una infraestructura adecuada para soportar este nuevo crecimiento. A su vez gran parte de la ciudad se puede considerar territorio con muy poca densidad de construcción y de habitantes por hectárea. Esto le otorga una fisonomía muy peculiar a la ciudad, pero también genera severos problemas de infraestructura y transporte. Es a su vez una ciudad que ha vivido y se ha extendido de cara al mar, por lo que su forma y extensión es bastante peculiar, pudiendo ser representada como una larga línea a lo largo de la costa del Río de la Plata. Esto se debe por un lado a la importancia productiva del puerto, pero también a ciertas costumbres culturales muy arraigadas en la sociedad uruguaya.