La estructura urbana de Gràcia se consolida como barrio que cubre la necesidad de vivienda de los obreros que trabajan en Barcelona. Se realiza un proyecto previo por primera vez antes de edificar dando racionalidad a la estructura del barrio y ofreciendo una nueva forma de hacer ciudad. El barrio se consolida mediante la construcción edificios de vivienda, calles de unos 6 metros de anchura y plazas, en la intersección de las calles.
En el caso de Tarragona, la ciudad antigua se consolida durante la época medieval sobre una estructura romana muy definida en las alineaciones y las medidas. La tipología edificatoria es también residencial, como en el
caso del barrio de Gràcia, y las medidas de las parcelas son parecidas. Las anchuras de las calles son algo menores que las del barrio de Gràcia, de unos 4-5 metros aprox. En los cruces de las calles se forman pequeñas plazas, pero también en los interiores de isla, muy relacionadas con los edificios de la época romana, medieval y gótica de la ciudad; y también con la topografía del lugar, de manera que muchas de las plazas crean un sistema de plataformas para salvar el desnivel.