martes, 17 de enero de 2012

Cardona _ Comparación: los parques metropolitanos

Cardona _ Comparación: los parques metropolitanos

En este caso la comparación no es de dos casos exactamente iguales, pero si que se pueden establecer varias semejanzas. En ambos casos se tratan de espacios naturales conservados por el hombre, tratando de dejar intacta la naturaleza que llevan consigo. Hablamos de espacios protegidos, que muchas veces podrían haber sido destruidos fácilmente, pero que gracias al esfuerzo por conservarlos hoy en día nos permiten disfrutar de las ventajas del espacio natural dentro de las ciudades.

En el caso de Barcelona la mejor referencia es la montaña de Collserola. Se trata de un parque en plena ciudad. Como su propia palabra indica los parques metropolitanos son zonas protegidas dentro de las ciudades que permiten desconectar de la vida urbana para tener contacto directo con la naturaleza. Es bastante impactante andar por Collserola y recordar que estas en la ciudad de Barcelona, ya que no hay ni rastro del estrés de la vida urbana. perfectamente en plena montaña, pero sin embargo estás a un paso del centro de la ciudad.

De todas formas no debemos olvidar que estamos al lado de una importante ciudad, como es Barcelona, y que debido a este motivo el parque debe estar bien conectado con la ciudad e incluir todo los servicios que esta requiere. Estamos hablando de casos como la conexión con transporte público desde la ciudad, los equipamientos necesarios para el funcionamiento del parque y alguna que otra infraestructura para la ciudad ubicada en estas zonas, ya que son espacios únicos y con muchas ventajas. La solución a estos problemas es saber integrar todos estos servicios de manera que no dañen el espacio natural que los rodea, ya sea utilizando las construcciones existentes o teniendo el suficiente tacto como para ocupar el mínimo espacio y dañando lo mínimo.

En el caso de Cardona estaríamos hablando del parque cultural de la montaña de sal. El valle salino de Cardona es una depresión del terreno con una extensión de 100 hectáreas en las que sobresale una montaña de unos 180m de alto. Esta montaña se formó por las presiones que ejercieron las placas tectónicas y que también explican la formación de la montaña de Montserrat. Debido a estas presiones en el terreno las capas de sal se elevaron en forma de diapiro conformando lo que hoy en día llamamos montaña de sal.

Antiguamente se extraía sal como si de una cantera se tratase, a cielo abierto. Pero, más tarde, se descubrieron sales potásicas en el interior, lo que hizo elevar su valor y empezar la extracción de sal a través de pozos subterráneos. La extracción de la sal se alargó 60 años (de 1930 a 1990), hasta que no era rentable seguir extrayendo sal ya que habían llegado a niveles muy profundos, unos 1.300m de profundidad. De modo que se cerró la mina y más tarde, en 1997, se decidió abrir la montaña al turismo. De este modo se aseguraban la conservación del recurso natural.

Pero la montaña de sal, no siempre llevó consigo esta característica de espacio natural, la apertura de la mina supuso la construcción de un recinto minero y de las residencias que los mineros y sus familias necesitaban. Este es un punto de distanciamiento frente al parque de Collserola, ya que este recurso natural nunca se ha explotado, en cambio la montaña de sal fue explotada al máximo durante los 60 años en los que la mina estuvo abierta. Si que llevó consigo la construcción de muchas infraestructuras, pero debemos mirar la parte positiva, y es que si la mina no se hubiera abierto hoy en día no conoceríamos el interior de la montaña, su verdadera riqueza.

En este momento la montaña está incluida en el Plan de Espacios de Interés Natural de Cataluña, de modo, que al igual que Collserola, cada intervención o modificación que se quiere realizar debe ser aprobado antes de llevarse a cabo. Los dos parques naturales, sin tratarse del mismo tipo de espacios, comparten las mismas características que los hacen únicos dentro de la ciudad/pueblo. No dejan de ser recursos naturales, que ya existían mucho antes de las construcciones de las ciudades y que mantienen esa esencia de espacio lúdico – natural dentro de estos espacios masificados.

Helena_Cardona, Comparación