Plano de Granada. Ambrosio de Vico 1590
Historia de la forma urbana
Los orígenes fundacionales no están historiados y las investigaciones se basan en especulaciones teóricas. La documentación más antigua se remonta a la tribu ibérica de los túrdulos, una de las más avanzadas de entre los primeros pobladores peninsulares ibéricos. Esta tribu fundó la ciudad con el nombre de Ihverir.
Entre los siglos I y II a.C. los romanos la conquistaron y convirtieron en capital municipal, y la nominaron tanto en lengua ibérica, Iliberis, como en latín, Florentia. Esta población romana ocupaba los actuales barrios de la Alcazaba y el Albaicín y se extendía hasta la colina de la Alhambra.
La época de esplendor se produce con la llegada de los musulmanes a la ciudad de Granada convirtiendose en una de las ciudades más prósperas de Europa. Esta época es la más determinante en la morfología de la ciudad: calles estrechas que dan acceso a las casas, no proyectadas en sí sino como espacio resultante. Carencia de plazas, o lugares públicos abiertos. Los musulmanes conciben la mezquita como lugar público de reunión, no la plaza.
Con la conquista de los Reyes Católicos en 1492 la ciudad entra en un declive económico.
La realización de “grandes vías” se convirtió en una aspiración de la burguesía urbana. Un prototipo de la prepotencia burguesa-granadina fue la apertura de la Gran Vía de Colón (1895), Calles del Príncipe, Milagros; a una época más tardía corresponde la apertura de las nuevas calles de Ganivet, rompiendo el barrio de la Manigua, prolongación de San Juan de los Reyes (Albaicín Sur) y Pagés (Albaicín Norte). Para realizar estas operaciones se arrasó con parte de los barrios musulmanes y con varios edificios de valor remarcable.
A partir siglo XIX la ciudad experimentará interesantes transformaciones en las que se mezclarán los espacios liberados por la desamortización con los gustos franceses e ingleses en la creación de plazas y jardines. El Salón, la Bomba son el resultado, aunque para construirlas hizo falta deshacer gran parte del antiguo trazado urbano, como pasó al construir la Gran Vía por la que se sacrificó el viejo barrio de la Mezquita Mayor.
Plano de Granada. Luis Seco de Lucena 1910
En este plano se aprecia la organización de la ciudad en la época musulmana. Se puede observar la expansión de la ciudad mediante la construcción de nuevas murallas. También es apreciable el carcterístico sistema de pequeñas calles que surgen como resultado de la aglomeración de edificaciones. Es significativo el cuantioso número de mezquitas pues eran, junto con los mercados, los únicos espacios públicos de la ciudad.
En el plano se ve como el río Darro cruzaba descubierto, por su cauce natural, la ciudad en su totalidad. Con la llegada de los Reyes Católicos empezó el proceso de embovedado del Darro que se fue realizando progresivamente hasta que en el sXIX se propuso y se llevó a cabo el embovedado integral del río. Esta operación supuso una gran transformación en la morfología de la ciudad. Supuso la aparición de una gran vía que permitió la conexión de las dos partes de la ciudad. Por otro lado desapareció por completo un elemento paisajístico de gran valor para la ciudad y la memoria de sus ciudadanos.