Dos aspectos comprables de la historia urbanística de Eivissa y Barcelona serán sus cascos antiguos. Podemos fijarnos en el lugar de establecimiento de las dos ciudades. Ambas se sitúan en lugares altos, si bien el Mons Taber de Barcelona, es mucho más bajo que el Puig de la Vila de Eivissa, respecto al nivel del mar. Y es el mar, otro de los grandes protagonistas en ambas ciudades, las dos ciudades son costeras y buscaban el mar como medio de subsistencia y comercio. El origen de las dos ciudades es diferente, pero sus historia convergente. Mientras que la ciudad de Barcelona se remonta a un origen romano, la de Eivissa empieza anteriormente con fenicios y cartagineses. De la huella de esto no obstante, en el casco histórico poco tenemos, no como en Barcelona, donde la estructura romana original ha pautado claramente el crecimiento de esta. Posteriormente los romanos también llegaron a Eivissa, que se situaron también en el Puig de la Vila, pero sus legado urbano también es poco apreciable asimple vista. Los que marcaron, y su legado es apreciable, fueron los musulmanes, con su triple recinto amurallado, que pautó la forma de crecimiento de la ciudad.
Comparación casco antiguos de Barcelona y Eivissa (misma escala)
De todos las características, remarcable es la ausencia de las murallas en Barcelona y la imponencia de estas en Eivissa. En Barcelona las murallas fueron derivadas debido al desbordamiento poblacional, y la necesidad de crecimiento hacia extramuros. En Eivissa, el crecimiento menor, y la situación geográfica (para ampliar hacia fuera la ciudad no era necesario derribar la muralla al estar situada en un desnivel topográfico), han conservado en muy buen estados las ampliaciones medievales y renacentistas de los muros.
Murallas de Dalt Vila. Entrada por el Portal de ses taules.