Con el crecimiento de ambas ciudades, se necesitó la construcción de más en extramuros. Tanto Barcelona como Eivissa, han crecido con ensanche, si bien sus magnitudes y repercusiones son muy diferentes. En Barcelona contamos con un ensanche de dimensiones magnánimas si lo comparamos, con el de Eivissa. El proyecto de Barcelona abarca una superficie de 748 Has, todo lo que se conocía como el Pla de Barcelona. Estamos ante un proyecto muy canónico, y muy homogéneo. El ensanche de Eivissa, es mucho más pequeño, y abarca una superficie de poco más de 85 Has, y fueron 6 diferentes proyectos los que le acabaron dando forma, y definiendo su forma: el ensanche del Poblenou de 1865 a 1890 y el ensanche del sud de Vara de Rey de 1912 y 1,5 Has; Norte de Vara de Rey de 1915 y 8,5 Has; entre av. Espanya i Ctra. Sant Antoni de 1930 y 6,5 Has; Oeste de Ctra. Sant Antoni de 1934 y 3 Has; Ensanche Norte de 1949 y 43,5 Has; Ensanche Sud-Oeste de 1949 y 22,5 Has.
Proyecto de Cerdà; comparación a escala entre ensache Cerdà y proyectos de ensanche de Eivissa
Las manzanas del los ensanches tampoco mantinen una uniformidad como en Barcelona. Podemos encontrar propotipos de calles diferentes como la del primer ensanche del Poblenou con calles de 8 metros y edificaciones de 3 pisos. En las oredanciones más recientes encontramos manzanas alargadas, con manzanas sin patio central de medidas 100x45 m , y calles de 12 m de ancho, y edificación diversa de hasta 8 plantas.
Calles típica del eixample de Barcelona, y de los eixamples de Eivissa del Poblenou y último.
Las dimensiones de ambas ciudades también repercuten en la relación de los diferentes habitantes de estas. Así por ejemplo en Barcelona, es muy importante la vida del barrio o del distrito. Cada barrio goza de sus equipamientos, y la relación entre diferentes núcleos, es muchas veces mínima. En Eivissa, pese a existir barrios también, la relación es mucho más a nivel genérico, ya que los equipamientos y la vida están pensados para todo el núcleo urbano y no sectorizado en distritos. Es más probable que la relación que se establece entre los diferentes barrios de Barcelona, se parezca a la relación que se entabla entre los diferentes pueblos de toda la isla de Eivissa, es decir cada barrio de Barcelona tiene su propia vida, y podríamos establecer Ciutat Vella y parte del eixample como centro neurálgico. En la isla este centro seria el municipio de Vila. Así pues, la Vila d’Eivissa, tiene un ámbito de influencia que alcanza a todo el archipiélago pitiuso (incluso Formentera) en lo que se refiere a la mayoría de funciones urbanas.