Londres se puede clasificar como una de las ciudades con mejor movilidad existentes actualmente. Esto se refiere tanto a su transporte público o vehículo rodado como a la adaptación y creación de espacios para el uso del peatón.
El
transporte público es el mejor medio para desplazarse por la capital londinense.
En Londres puedes moverte principalmente en metro, autobús, tren y bicicleta.
El metro
de Londres, conocido también con el seudónimo "Tube", es por lo
general el medio más rápido y sencillo para moverse por la capital. Es
la red de metro más extensa del mundo, con 275 estaciones. Greater London cuenta
con 12 líneas de metro, además del tren Docklands (DLR) y se encuentra asimismo
interconectado con la red de tren local. Los trenes operan desde las 5.00 de la
madrugada de lunes a sábado. Sin embargo, los horarios están más restringidos
los domingos.
El plano de transporte londinense se divide en 6
zonas concéntricas con las Zonas 1 y 2 situadas en el centro de Londres y la
Zona 6 en el extrarradio de la capital. Diariamente usan el metro en
Londres unos 3.000.000 pasajeros.
La red
férrea nacional del Reino Unido le ofrece una gran variedad de servicios entre
ciudades y con mucha frecuencia. La red férrea pasó a manos privadas hace una
década. 8 estaciones de tren
comunican todo el Reino Unido con la capital.
El autobús en Londres es un medio fantástico para moverse por la ciudad. Aunque
puede parecer difícil al principio moverse en una red de autobuses desconocida,
es bueno tomarse un poco de tiempo y averiguar qué líneas nos convienen. Las
señales de las paradas son bastante explicativas. Hay más de 15.000 paradas en
toda la ciudad.
Estos autobuses son, junto con al Big Ben, un emblema de la ciudad
de Londres. Han estado ahí desde hace varias décadas y han cambiado junto con
la ciudad conforme ha pasado el tiempo. Londres, desde los inicios del transporte público, hizo las cosas
a su manera y prefirió diseñar sus propios vehículos en lugar de usar los
modelos existentes de los fabricantes que estaban disponibles en otros lugares
del mundo. De ahí los diseños tan originales que hicieron de estos autobuses
los más famosos del mundo.
Quizás el autobús que lo empezó todo fue el Routemaster, aquel
vehículo de doble piso con aspecto clásico, construido entre 1956 y 1968. Este
autobús estuvo en servicio durante muchos años en Londres y se despidió de los
pasajeros casi definitivamente el 9 de diciembre del 2005 por su falta de
accesibilidad para discapacitados, y decimos "casi definitivamente" porque
a pesar de que la mayoría de los Routemaster fueron reemplazados por modelos
más modernos, aún quedan algunos en operación en las líneas 9 y 15 de Londres,
a manera de homenaje, permitiendo que cualquiera pueda subirse y disfrutar de
un paseo "histórico".
En el uso de la
bicicleta, Londres ha sufrido en estos últimos años grandes cambios y avances.
El más importante fue el producido en el año 2010, cuando se acordó la construcción de doce grandes autopistas para bicicletas, hecho
fundamental para estimular este tipo de transporte en la capital británica. Las dos vías piloto, disponibles desde mayo de 2010, unen las
áreas residenciales del sur y el este de la capital con el centro (South
Wimbledon a Bank, Barking a Tower Hill). La finalidad de estas grandes
autopistas para ciclistas es proporcionar unas rutas directas y seguras.
Desde
entonces, La ciudad de Londres ha incrementado hasta en un 100% el número de
ciclistas, durante las horas punta, en las dos súper autovías Barclays para
bicicletas, que cruzan desde el distrito de Merton hasta el centro de la ciudad
y del barrio de Barking a la Torre Gateway. Y también se produjo un incremento
del 70% en el número de ciclistas en la capital londinense entre octubre de
2009 y octubre de 2010.
Aparte de estos,
existen otros tipos de transportes en la ciudad.
Por ejemplo, el
barco. Sus servicios son casi exclusivos del turismo, con rutas diseñadas a
través del río Támesis, como otra forma de conocer la ciudad.
El taxi
en Londres es el transporte más caro de la ciudad, teniendo así un número
bastante inferior de usuarios. En total hay unos 20.000 taxis funcionando todos
los días, destinados principalmente a turistas recién llegados a la ciudad o para trayectos cortos y algo
urgentes.
La ciudad de Londres instauró el 17 de febrero de 2003 la “Garging Zone”. Esta consiste en el pago de una tarifa (sobre unas 7 £) cada vez que un vehículo privado entra en esta zona, situada en el centro de la ciudad. Aunque tuvo y aun sigue teniendo bastantes enemigos, la implantación de esta tarifa para una zona determinada de la ciudad ha comportado la disminución tanto del número de vehículos privados en la zona, como el aumento del uso de los distintos tipos de transporte público y de la bicicleta. Y todo ello ha ayudado desde entonces a descongestionar una ciudad en la que hacer un desplazamiento en vehículo rodado costaba mucho más tiempo y esfuerzo que en la actualidad.
Para terminar, mencionar los 4 aeropuertos de los que dispone la ciudad de Londres: Heathrow, Gatwich, Stansted y Luton. Todos ellos disponen de conexión fácil y directa con el centro de la ciudad, tanto en metro, como en autobús como en taxi.