Si nos fijamos en los planos adjuntos de las dos ciudades encontramos ciertas similitudes y alguna que otra diferencia entre ambas ciudades.
El origen de Benidorm, por ejemplo, era musulmán, el nombre del cual provenía del árabe (Benidarhim). En estas tierras se construyó un castillo y la Villa. El castillo se ubicaba en una zona sobre roca que separaba las playas de Levante y Poniente y otorgaba a este una visión muy amplia del mar, de manera que se pudiera vigilar y proteger de los posibles ataques que sufrieran por piratas o berberiscos.
El castillo sufrió numerosos ataques y finalmente fue derrumbado por las tropas inglesas. Este hecho propició que los habitantes de Benidorm decidieran construir sus casas a los pies de la roca que permitía controlar levante y poniente.
Barcelona, tiene su auge en el Mons Taber, lugar en el que se decidió establecer la ciudad dado que correspondía a un punto muy fácil de defender, y por su proximidad al mar permitiría establecer una buena visión sobre el llano de manera que se pudiera controlar su costa. Su crecimiento a lo largo de las distintas épocas fue perimetral y horizontal, dado que Barcelona se encontraba limitada por el mar y las montañas de Collserola. Benidorm, sufre un crecimiento bastante similar a lo largo de los años. La ciudad tiene como articulaciones las dos playas que se vertebran en el punto central del casco antiguo. Ello hace que su crecimiento sea también bastante horizontal, sin olvidar que antiguamente, era un pueblo pesquero y que más adelante se aprobara el ordenamiento urbanístico de la villa con la finalidad de crear una ciudad turística, hecho por el cual propiciaba los asentamientos costeros.
Fijándonos en su trama, podemos llegar a apreciar que ambas ciudades disponen de características similares. Benidorm, como bien comentábamos antes, creció horizontalmente a través de las dos grandes ramas de poniente y levante. Ello originó con el paso de los años el establecimiento de dos grandes Avenidas, vertebradoras de cada uno de los Flancos: La Avenida de la Armada Española (Poniente) y la Avenida del Mediterráneo (Levante). Ambas conectaban y confluían en el casco antiguo. En Barcelona encontramos ciertas trazas ortogonales, procedentes de los romanos, mientras que en el caso de Benidorm no sucede lo mismo.
Otra característica que podríamos resaltar, es la importancia que ha tenido el casco antiguo en ambas ciudades. Tanto en Benidorm como en Barcelona, y como en muchas otras ciudad, el Casco Antiguo, ha pasado a ser uno de los atractivos más importantes de estas. Es por eso que la mayoría de los comercios se sitúan en estas zonas ya que el flujo de gente es mayor.
El auge comercial recae en las calles y avenidas más importantes de estas zonas antiguas, algunas más anchas que otras y que nos recuerdan la importancia de la historia en nuestra actualizad, y lo mucho que nos pueden llegar a transmitir cada uno de estos tejidos, cono solo pasear por sus callejuelas estrechas y acogedoras.
El origen de Benidorm, por ejemplo, era musulmán, el nombre del cual provenía del árabe (Benidarhim). En estas tierras se construyó un castillo y la Villa. El castillo se ubicaba en una zona sobre roca que separaba las playas de Levante y Poniente y otorgaba a este una visión muy amplia del mar, de manera que se pudiera vigilar y proteger de los posibles ataques que sufrieran por piratas o berberiscos.
El castillo sufrió numerosos ataques y finalmente fue derrumbado por las tropas inglesas. Este hecho propició que los habitantes de Benidorm decidieran construir sus casas a los pies de la roca que permitía controlar levante y poniente.
Barcelona, tiene su auge en el Mons Taber, lugar en el que se decidió establecer la ciudad dado que correspondía a un punto muy fácil de defender, y por su proximidad al mar permitiría establecer una buena visión sobre el llano de manera que se pudiera controlar su costa. Su crecimiento a lo largo de las distintas épocas fue perimetral y horizontal, dado que Barcelona se encontraba limitada por el mar y las montañas de Collserola. Benidorm, sufre un crecimiento bastante similar a lo largo de los años. La ciudad tiene como articulaciones las dos playas que se vertebran en el punto central del casco antiguo. Ello hace que su crecimiento sea también bastante horizontal, sin olvidar que antiguamente, era un pueblo pesquero y que más adelante se aprobara el ordenamiento urbanístico de la villa con la finalidad de crear una ciudad turística, hecho por el cual propiciaba los asentamientos costeros.
Fijándonos en su trama, podemos llegar a apreciar que ambas ciudades disponen de características similares. Benidorm, como bien comentábamos antes, creció horizontalmente a través de las dos grandes ramas de poniente y levante. Ello originó con el paso de los años el establecimiento de dos grandes Avenidas, vertebradoras de cada uno de los Flancos: La Avenida de la Armada Española (Poniente) y la Avenida del Mediterráneo (Levante). Ambas conectaban y confluían en el casco antiguo. En Barcelona encontramos ciertas trazas ortogonales, procedentes de los romanos, mientras que en el caso de Benidorm no sucede lo mismo.
Otra característica que podríamos resaltar, es la importancia que ha tenido el casco antiguo en ambas ciudades. Tanto en Benidorm como en Barcelona, y como en muchas otras ciudad, el Casco Antiguo, ha pasado a ser uno de los atractivos más importantes de estas. Es por eso que la mayoría de los comercios se sitúan en estas zonas ya que el flujo de gente es mayor.
El auge comercial recae en las calles y avenidas más importantes de estas zonas antiguas, algunas más anchas que otras y que nos recuerdan la importancia de la historia en nuestra actualizad, y lo mucho que nos pueden llegar a transmitir cada uno de estos tejidos, cono solo pasear por sus callejuelas estrechas y acogedoras.