La historia de la morfología urbana de Alicante y Barcelona es bien diferente. L la ciudad catalana se posa sobre su predecesora Barcino, mientras que el asentamiento romano de Lucentum se abandonó para refundar la ciudad bajo el amparo defensivo del monte Benacantil, donde se desarrolló la ciutat vella morisca de Al-quant.
Tras la conquista cristiana del levante peninsular, Alacant se engloba en la estrategia de nuevos asentamientos urbanos para la consolidación de los reinos de la corona catalano-aragonesa. Sin embargo la nueva trama urbana a extramuros de la morisca es bien diferente de la ciutat vella barcelonesa, aunque sean coetáneas. En Barcelona los únicos trazos ortogonales son las de origen romano, mientras que en Alicante las nuevas trazas de los mismos catalanes son ortogonales y con un eje perpendicuar bien marcado, típico de las nuevas fundaciones cristianas en Levante. Entre la ciudad musulmana i la nueva aparece una franja , donde se situaran hospitales y diferentes edificios administrativos que articularan la relación entre los dos núcleos.
La parte menos accesible de la vila vella mora, la más cercana al castillo, queda habitada por los musulmanes no expulsados (la gran mayoría), mientras que las calles de Labradors y Mayor, el eje anteriormente mencionado, son ocupadas por los caballeros aragones, grandes comerciantes y donde aparecen tipologías edificatorias amplias como ocurre en la calle Montcada de El Born. La nueva morfología urbana aprovechará las vías territoriales existentes (cami d’Elx i camí de L’horta) como sustento del eje y la trama de la vila nova, además de alinear las puertas en la muralla con estas vías.