Montañas urbanas?
Al caer el muro el edificio se abandonó, se ocupó y se llenó de grafitis y
demás muestras de arte urbano. Hoy es una atracción turística (ilegal) para los
que motiven a ‘escalar’ la montaña y a traspasar sus verjas. Hay voces que
dicen que lo ha comprado David Lynch para rodar una de sus películas. Aunque la
ciudad está llena de bulos…
No hay muchos ejemplos de
montañas urbanas artificiales. Solemos estudiar la relación histórica de una
ciudad con sus colinas, con los puntos de control estratégico (castillos,
bunqueres, torres de vigía,…) o por su potencial paisajístico, por el referente
que representan. En Barcelona, los dos puntos más altos toman forma de castillo
y de torre de comunicación (otro ejemplo serían los antiaéreos de Sant Pere
Màrtir en Horta). Las cimas de la ciudad ayudan a conformar su identidad. En el
caso de Teufelsberg, refuerzan la
identidad de una ciudad construida sobre ruinas, reinventada y nueva. En la montaña
del diablo no hay museos, ni pistas de atletismo, ni miradores, ni hubieron
parques de atracciones ni grandes exposiciones universales. Tan sólo vegetación
y runa. Y sobre ella, una estructura de control, ocupada y reinventada, quizá,
en un poco de cada.