Pero la verdadera transformación de la universidad se vio en los años 50, cuando se fundaron muchas de las facultades actuales: la de magisterio (1958), ingeniería (1959)… Éstas se encuentran en el sur de la ciudad, al otro lado de las vías del tren. La represión franquista contra la universidad en Barcelona no tuvo eco en Álava, que se había mantenido nacional durante la guerra civil, por lo que ésta pudo crecer durante la dictadura sin problemas.
La universidad, por otra parte, se fue centralizando, y las pocas escuelas que nacían en Álava se fueron trasladando para agruparse en un mismo campus, al contrario que en Barcelona, que además de mantenerse las sedes históricas en el centro de la ciudad se han ido construyendo nuevos complejos a lo largo y ancho de la ciudad. Esto también se debe a que la ciudad es sede de varias universidades, tanto públicas (UB, UPC…), como privadas (ELISAVA, Ramon Llull, Felicidad Duce…); al contrario que en Vitoria sólo encontramos uno de los campus de la universidad del País Vasco.
El segundo gran cambio en el campus de Araba se dio al unirse las universidades públicas vascas en los años 80 y dar lugar a la universidad pública vasca (UPV/EHU, Euskal Herriko unibertsitatea), que ahora sí se consigue llevar adelante, ya que la fundación primera de ésta la hizo el lehendakari José Antonio Aguirre en Bilbao durante la guerra civil, pero nunca se consiguió llevarla adelante. Es entonces cuando crece y se triplica en superficie, aunque no llega a ser un centro universitario como Bilbao o Donostia.
Actualmente, en el campus se encuentran las facultades de ingeniería topográfica e industrial, farmacia, geografía, historia, filosofía, magisterio y empresariales. Por tanto, es fundamentalmente un campus de letras donde estudia aproximadamente el 15% del alumnado de la UPV.
El hecho de que las universidades estén en el mismo lugar crea un ambiente universitario del que carece Barcelona, donde la actividad universitaria se diluye en el ambiente propio de la ciudad.