Ambas ciudades comparten entre sí
una gran red de transporte y conexiones, por lo que es interesante compararlas
para analizar sus respectivas características por lo que a movilidad se
refiere.
Transporte público
Mientras que en Barcelona el
31,3% de la población es usuario del transporte público, en Londres la cifra
desciende al 28%. Pese a tener una gran red de transportes públicos, sobretodo
de metro, ya que cuenta con 12 líneas de autobús y 275 paradas, el número de usuarios no es
tan elevado como el que se podría esperar.
Una diferencia a favor de Barcelona,
por ejemplo, es el fácil uso y entendimiento de las 9 líneas de metro y de sus
conexiones entre ellas, sobre todo para gente poco acostumbrada a usar este
tipo de transporte.
Ambos comparten su buena conexión con toda su área metropolitana o alrededores, ya sea con el mismo metro hasta 6 zonas (en ambos casos mediante zonas concéntricas) o con la aparición complementaria del tren.
Vehículo privado
Aquí cabe decir que como en la
mayoría de ciudades actualmente se busca reducir al mínimo el uso del vehículo
privado, sobretodo en el centro de la ciudad y en horas punta. En Barcelona,
con un 24% de usuarios, los trayectos en
este tipo de transporte se centran sobre todo en desplazamientos del centro de
la ciudad hacia el resto del área metropolitana, ya que la gente que vive en la
ciudad trabaja a las afueras y viceversa. Para desplazamientos únicamente
internos los habitantes optan por el transporte público. Pero hay que matizar que la densidad de
coches en Barcelona es muy superior a la de Londres, ya que cuenta con 6.000
coches por km², mientras que Londres sólo tiene 1.500. Todo es debido a
las diferentes dimensiones de las ciudades.
Londres implantó hace unos años
una tarifa en el centro de la ciudad, la “Garging Zone”, para reducir así el
acceso de tantos coches al centro de la ciudad, hecho que ha resultado bastante
satisfactorio y ha reducido la congestión en el centro de la ciudad. Actualmente el 33% de la población utiliza el
coche como medio de transporte.
Bicicleta o a pie
Ambas ciudades están trabajando
de manera constante e intensiva para mejorar las infraestructuras destinadas al
uso de la bicicleta. En Barcelona, un 44,7% de los habitantes es usuario de la
bicicleta habitualmente. Al tratarse de una ciudad con todas sus partes bien
conectadas y aptas para su uso, esto facilita la iniciativa de este tipo de
trasporte, sobre todo por el fácil acceso a una bici, gracias al servicio del
bicing, desde casi todas las salidas del metro de la ciudad (aunque a veces las
paradas más céntricas se quedan sin bicis fácilmente es algo que se intenta
mejorar).
Se están intentando adecuar muchas más vías de las que actualmente
permiten un cómodo desplazamiento en bicicleta (que son calles principales como
Diagonal, Gran Vía…). Se busca sobretodo la seguridad de los usuarios, ya que
la convivencia entre las bicicletas y el vehículo privado ha creado ciertos
problemas con algunas consecuencias mortales, en muy pocos casos.
En Londres, desde hace unos dos
años, se han empezado a construir autopistas urbanas para los usuarios de
bicicleta, caminos rápidos, directos y seguros para los usuarios. De momento se
han construido 2 de las 12 propuestas, y esto ha hecho aumentar el uso de la
bicicleta en un 100%, con un 39% de usuarios actualmente.
Muchas ciudades ya
están tomando ejemplo de esto. Esta ciudad también dispone de un servicio
público de alquiler de bicicletas para los desplazamientos internos.